miércoles, 20 de agosto de 2008

Sucedáneos

El sabor amargo de un buen trago me recuerda, cuando ya ha pasado esa noche de lujuriosas ambiciones, que hay algo que ha venido desde el pasado para pintarme de nuevo ese mundo surrealista con el que soñaba por aquellos entonces. Sabía de mis debilidades, sabía ese fantasma que en cualquier momento podría apoderarse de mi y de mis acciones para hacerme caer rendido a su disposición… y por un momento lo logró, por un momento me hizo tropezar con algo que no quería: algo con lo que siempre dije que no volvería a ocurrir. Pero no pude resistir ante la insistencia de ese fantasma del pasado que me niega a dar un paso adelante y emprender nuevos rumbos: me desperté esa mañana con el sabor amargo de ese trago que de ahora en adelante intentaré evitar cuando esas historias del pasado quieren volver a enternecerme por acaso un segundo: ahora me volveré aún más frío que el hielo –y que el pasado- para marcar los límites que señalan mi armadura, para que ese fantasma no vuelva a interrumpir mis planes, para no volver a caer producto de mi distorsionada estupidez…

Y vaya que lo supo hacer bien. Y vaya que por minutos caía en ese juego: vaya que por minutos pensé en tantas cosas y me arrepentí de otras cuántas, vaya que pensaba en que el tiempo pasaba tan rápido ante su presencia, bajo la influencia del sabor de ese trago envenenado que se apoderó de mi astucia. ¡Cómo sería posible volver a verme derribado, con el rostro del fantasma pegado al mío: siendo uno solo! ¡Cómo sería posible ser víctima de mis recuerdos! Y el fantasma bien lo sabía… se aprovechó de eso. Lo que él fantasma olvidaba era que todo era producto de ese momento: acaso creía que respondería lo que estaba esperando que respondiera. ¡No! Aún así pude mantener mi autonomía, aún así ahora recuerdo ese momento con cierto recelo. ¡Cómo fui capaz de hacerme doblegar por un falso instinto! ¡Cómo puede el ser más inteligente convertirse en animal por 30 minutos y acaso ver que su vida se convierte en un torbellino del cual no puede escapar!

Ahora que despierto y me enredo entre las sábanas pienso en todas las cosas de un noche lujuriosa de mentiras en que sólo el objetivo fue capaz de hacerme olvidar el medio… y el costo. Ahora que el sabor amargo en mi boca me recuerda algunas cosas que no debí hacer, que debí dejar de lado, que debí ser fuerte como creí que podía ser. Ya no sé si volveré a ser fuerte otra vez: es lo que anhelo. Tengo sueños que me mueven a continuar luchando, no quiero verlos disminuidos por un arrebato de estupidez.

Tal vez mis sueños sean cada vez más y más difíciles, pero espero lograrlos aún teniendo en cuenta que el viento me golpee en contra con tanta fuerza y cada vez mi meta parezca verse más distante. No quiero más consuelos baratos, no quiero utilizar sucedáneos para satisfacer mis necesidades…

1 comentario:

Anónimo dijo...

:S
upss
hace time q no pasaba x akip
bueno sin comentario .. :S
saludos y buena musika en el blog



bueno si un mini comentario
no te vallas por el lado terrible yap
se mas ligth mi niño
yo toa la buena ondi contigo :)


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tau :)



Romy..*