Algunos se amparan en las teorías de compiración de Salfate y otros hablan de las mil y una profecías que atribuyen a los mayas: la paranoica colectiva es algo que avanza a pasos agigantados y ya no sabemos el momento preciso en que nos encontraremos de frente con ella. Seguro usted irá caminando por la calle y alguien le comentará, seguro se la topará en el metro y la verá a través de la ventana que comienza a llenarse de vapor por el exceso de gente de pie -y los evidente reclamos de la pésima frecuencia de nuestro MERVAL-, seguro pasará a su lado y no se dará ni cuenta pero se enterará de lo sucedido y entrará en shock. La probabilidad es ínfima, pero es posible dentro del plano de lo ficticio: ¿Qué pasaría si, de un momento a otro, de improviso, sin avisarle, sin concursos ni sorteos, usted se convierte en el infeliz acreedor de un meteorito que golpee a toda velocidad contra su cabeza acelerada por el excesivo movimiento de neuronas?
Soluciones hay miles y es conveniente generar una manual para saber cómo reaccionar en caso de que usted sea el afortunado cuyo cerebro se convierta en una mezcla incandescente que avance hacia el centro de la tierra a reencontrarse con Julio Verne que, probablemente, esté allá abajo muriendo de la risa de cómo aún no somos capaces de descubrir lo que él la ciencia aún no es capaz de definir: y ahí se quedan callados todos los científicos que juran que todo lo que dicen es verdad y miran en menos a las ciencias de las letras. Aquí van mis propuestas.
1. Cuando el impacto profundo ya sea inminente, puede correr en círculos buscando un lugar en el cual esconderse: le recomiendo ver Wall-E para entender el tipo de movimiento.
2. Póngase su gorro favorito -que debe tener siempre a mano para cubrirse de los rayos UV- y, si le alcanza el tiempo, póngase un poco de bloqueador. El sol puede ser muy fuerte.
3. Si el suelo se mueve, baile. Quiero mover el bote, quiero mover el bote, quiero mover el bote. ¿Te gusta? ¡Mueve!
4. Observe alrededor y actúe según lo que la gente crea que puede ser pertinente. Probablemente, una buena idea pueda ser saltar en un pie y observar el cielo.
5. Póngase audífonos y baile la Danza del Vampiro.
6. Corra hasta la estación del metro más cercana y escóndase: el meteorito es de varios kilómetros de diámetro, por lo tanto, igual será alcanzado.
7. Si el impacto lo permite, reúna los pedazos de su cerebro que quedaron dispersos en el suelo y haga formas creativas con ellos: puede descubrir al Picasso que lleva dentro.
8. Cante alguna canción, grábese o tómese una foto y luega súbala a facebook o alguna red social para que todos los vean.
9. Si ve a alguien caminando con una bota shala, dígale que eso está absolutamente fuera de lugar. Y si se viste de leopardo, no hay ni qué decirlo: el colmo del mal gusto.
10. "Apague el fuego, porque es muy peligroso" (como diría Gloria Gaynor en el festival de Viña) y luego siga caminando como si no hubiese pasado nada: hay mucha gente que no tiene cabeza y camina de lo más bien por la calle.
1 comentario:
Qué "#$%&/%$# te fumaste? xD
Sugeriría que en caso de temblor, se tiren el pelo hacia adelante como Samara y bailen.
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