Creo que a veces es necesario expresar las cosas que uno está pensando, o al menos, el punto de vista desde el cual estamos trabajando. Y en ese sentido, creo que debo mencionar la conversación que tuve el otro día contigo, Machuca, porque creo que me sirvió bastante. La mayor parte del tiempo uno no se da cuenta de situaciones importantes y es increíble cómo los consejos o el ánimo que te puede dar otra persona concluyen en que tu ánimo mejore considerablemente. Y, teniendo en cuenta la situación del día jueves pasado en que mi moral "docente" quedó por el suelo, creo que puedo comenzar nuevamente con el pie derecho.
Existen muchas actitudes que uno tiene que no es capaz de notar. Si bien, hay momentos en que puedo ver todo negro, hay aspectos puntuales que hacen que todo pueda verse considerablemente mejor. Ya comentábamos el hecho de que la práctica no se ha transformado en la instancia precisamente más agradable de mi carrera: he de reconocer que en la práctica intermedia me sentí muchísimo más cómodo que acá, pese a que los alumnos no eran tan tranquilos como los de acá. Claramente, el ambiente y la situación influyen: personas que viven sus propias vidas y no se preocupan demasiado de los demás -de los que vienen recién llegando a aprender- y, en segundo lugar, el hecho de que llegué a ese lugar por descarte y no por opción. Esta suma de causales han restado interés a mi experiencia, aunque he intentado que no afecte demasiado. En fin, es el caso de que debo 'venderme' a un sistema por una evaluación importante en la carrera por obtener eso que llaman título y, muchas veces, eso me ha significado de ser quién en realidad soy. Evidentemente, el rol de profesor no es lo mismo que ser un amigo, un "mayor simpático". Pero creo que, pese a todo, aun se puede hacer lo que uno crea que está correcto como, por ejemplo, reconocer los errores y pedir perdón: la mayor parte del tiempo, desde la óptica de alumno, se nos olvida que el docente es un humano como cualquier otra persona.
Lo que todavía me cuesta mucho es separar las cosas y es inevitable tomármelas a modo personal. Es claro que a los alumnos les importa un comino lo que pase con mi vida -y es lógico, en estricto rigor, la relación queda en la clase y ya- y si no hacen caso, es porque no obedecen a mi rol. Fue agradable notar que sí hay aspectos que otras personas valoran en tus acciones y que, después de todo, lo que importa es lo que piensen los alumnos y cómo interactúo con ellos. La teoría que hablan esos supuestos estudiosos de la pedagogía es absolutamente falsa porque sus planteamientos son ideales: la pedagogía se hace en la sala de clases y no detrás de un plan y programa, escritorio u oficina gubernamental.
Solo queda un poco más de un mes y acabaré con esto: espero que sea una buena experiencia que me sirva para la vida laboral posterior. Definitivamente, ser uno mismo pese a lo que te digan. No me queda más que darte las gracias por esos consejos que me motivaron bastante a seguir, pese a todo.
2 comentarios:
+1 para Machuk
la pura y santa verdad
como dice pitbull
"dale!"
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