Soñamos con casas edificadas en el cielo, sobre las nubes que se alzan como castillos que rodean los cerros desde la cima más alta a casi 500 metros por sobre el mar, allá donde la ciudad se acaba para el mundo conciente pero se inicia para las fantasías surrealistas de quién crea un cosmos en cada palabra: nacen miles de historias a cada paso que un caminante descubre sobre la hierba de cemento que, un poco más arriba, se convierte en un camino de tierra que recorre las profundidades de ese pedazo de planeta escondido. Caminamos hacia la luz dorada que ilumina detrás de los bosques relictos por el paso del tiempo, donde huimos del extrañamiento indomable de las estructuras civilizadas que no parecen serlo; nos convertimos una y otra vez en fragmentos que harán ecos tras las paredes de aquellas escrituras que dejamos arrojadas sobre nuestras pieles. Seremos las pieles que avanzan sobre el cielo, como nubes, como estructuras que flotan, como historias que perviven y se respiran en el aire.
Sometimes I'm pulled away
From my own misery
Your hands cover me
Eyes drift slowly
Sleep the summer chill
And sheets of linen
Hush the scattered sound
Of time dispersing
From my own misery
Your hands cover me
Eyes drift slowly
Sleep the summer chill
And sheets of linen
Hush the scattered sound
Of time dispersing
Y creamos la ciudad cada vez que caminamos sobre ella, la moldeamos a nuestro gusto para sentirnos cómodos. ¿Acaso será la ciudad misma la que ya nos moldeó a nosotros, la que creó nuestras palabras, la que creó nuestras historias? El tiempo y el espacio son un personaje dentro de aquello con lo que convivimos, un individuo más con el que nos detenemos a conversar en el andén mientras vemos que el vagón ya ingresa con su silenciosa silueta iluminada, con las puertas cerradas y pasajeros que se pierden. Avanzamos hacia la luz dorada y me duermo sobre tu hombro, luego buscas el mío y tu cabello de atardecer me invita a acariciarte una y otra vez. Somos la luz dorada que ilumina una noche oscura y fría, somos los barcos que flotan en la bahía, somos el mar que no calla y que viaja por el mundo. Somos ese viaje que buscamos, que se escape, pero que, al fin de cuentas, siempre acabamos encontrando.
Fragmento de "To the Lighthouse" de Memoryhouse.
Fotografía: Paseo 21 de Mayo, Valparaíso.
1 comentario:
Me dieron ganas de que viajemos muy lejos, a redescubrir mundos que ya fueron nuestros.
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