lunes, 15 de octubre de 2012

Titulación

No había tenido ni tiempo de detenerme a escribir y reflexionar respecto a todas las cosas que han estado sucediendo. Llegó ese día que soñé por mucho tiempo: acabar la universidad y recibir el diploma que acredita tu carácter profesional que, según dicen, te da cierto estatus y debiese asegurarte, relativamente, un sueldo que te permita vivir de manera decente. Llegó ese momento y tardé algunas horas en darme cuenta que la escena vivida ya la había soñado hacía mucho tiempo, quizás alrededor de los7 años cuando recién era un niño que apenas sabía del mundo y que mucho menos pensaba en qué sucedería más de 15 años después: a veces el ser humano tienen la capacidad de ver un poco más allá de la línea del horizonte.

Debo admitir que en un momento no tenía mucho ánimo de ir y que vestirme de terno no me hacía sentir precisamente cómodo. Es muy probable que solo haya sido parte del nerviosismo, porque luego sentí que se me aceleraba el pulso y casi ni podía hablar al ver que faltaba poco tiempo para que me llamaran adelante a entregarme el diploma y las fotos y todo lo demás. Fue agradable encontrarme con gente que no veía hacía mucho tiempo y ver que ya todos estamos iniciando nuestras vidas laborales, con nuevos proyectos. Recibí el diploma, sonreí para las fotos y luego me alegré de ver que tenía a la Eve a mi lado: es como si todos mis deseos universitarios se hubiesen cumplido. Al parecer, así fue y hasta el día de hoy me sorprendo, positivamente, de que así sea. 

Regresé a casa con nostalgia al saber que la universidad ya se acaba: casi 6 años que dejan su recuerdo y aprendizaje, que se despiden moviendo una mano y diciéndome que el camino aún es muy largo y hay mucho por encontrar. ¿Qué será lo que sigue? No lo sé, pero ya tengo algunas ideas.

1 comentario:

E dijo...

Ahora ya no queda nada pendiente con la u, ex compañero xD. Pero juntos tenemos muchas metas que seguir cumpliendo.

Para mí, la mejor parte de cerrar este proceso fue estar contigo :)