Hoy debí viajar a Valparaíso a hacer unos trámites que al final resultaron fútiles; daba lo mismo si llamaba por teléfono o si me pegaba el plantón a que me dijeran que debía seguir esperando hasta que el sistema se actualice y aparezca en el navegador que ya estoy matriculado. De todos modos, me sirvió para salir del encierro de la casa y ver cómo estaba mi ciudad natal que me verá de lunes a jueves (aunque creo que los viernes también, por la mañana) a partir del lunes que se acerca.
Y me encontré con algo que no me esperaba: voy llegando por la avenida España a la altura de la Escuela Industrial y veo una inmensa nube que cubría por completo la ciudad. Lo primero que pensé fue en neblina y que muchas mañanas llegaba y me encontraba con esa cortina que impedía ver a lo lejos, pero esta vez era algo distinto y mucho peor: humo. Y es que ocurre que el incendio que ayer azotaba a un sector de Quintay –que afortunadamente parece estar controlado- dejó una inmensa nube que no sólo afectaba a la zona interior, sino que llegaba hasta las ciudades costeras. Me llevé un susto y me dio lata ver este escenario que me recordaba a la ciudad de Santiago por la calidad del aire.
Pensé que se iba a pasar, pero estuve hasta casi las 2 de la tarde y todo seguía igual: no había viento y el calor se producía como por efecto invernadero. Siempre he odiado los días abochornados por lo mismo, el problema es que ahora se trata de humo que creo que debe estar contaminando nuestros pulmones más de lo que ya están con la contaminación normal. Recuerdo la vez que fui a la capital de este país, esa jungla llamada Santiago en la que más de 5.000.000 de habitantes luchan por sobrevivir a diario a esas condiciones ambientales deprimentes: el cielo se veía con una neblina similar a la que se veía hoy en Valparaíso. Es una de las razones por las cuales no me iría vivir a la capital…
¿Cuántos días mas pasarán hasta que volvamos a respirar aire limpio del mar? Espero que no sean muchos. Lo que más me entristece es saber que se ha catalogado el incendio como intencional… no entiendo cuál es el fin de ese enfermo mental que viene a destruir el ecosistema, como si no supiera que contamina el mundo en el que él también vive.
Y me encontré con algo que no me esperaba: voy llegando por la avenida España a la altura de la Escuela Industrial y veo una inmensa nube que cubría por completo la ciudad. Lo primero que pensé fue en neblina y que muchas mañanas llegaba y me encontraba con esa cortina que impedía ver a lo lejos, pero esta vez era algo distinto y mucho peor: humo. Y es que ocurre que el incendio que ayer azotaba a un sector de Quintay –que afortunadamente parece estar controlado- dejó una inmensa nube que no sólo afectaba a la zona interior, sino que llegaba hasta las ciudades costeras. Me llevé un susto y me dio lata ver este escenario que me recordaba a la ciudad de Santiago por la calidad del aire.
Pensé que se iba a pasar, pero estuve hasta casi las 2 de la tarde y todo seguía igual: no había viento y el calor se producía como por efecto invernadero. Siempre he odiado los días abochornados por lo mismo, el problema es que ahora se trata de humo que creo que debe estar contaminando nuestros pulmones más de lo que ya están con la contaminación normal. Recuerdo la vez que fui a la capital de este país, esa jungla llamada Santiago en la que más de 5.000.000 de habitantes luchan por sobrevivir a diario a esas condiciones ambientales deprimentes: el cielo se veía con una neblina similar a la que se veía hoy en Valparaíso. Es una de las razones por las cuales no me iría vivir a la capital…
¿Cuántos días mas pasarán hasta que volvamos a respirar aire limpio del mar? Espero que no sean muchos. Lo que más me entristece es saber que se ha catalogado el incendio como intencional… no entiendo cuál es el fin de ese enfermo mental que viene a destruir el ecosistema, como si no supiera que contamina el mundo en el que él también vive.
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Down Slow - Moby
Saludos!
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kinkan ®
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