Eran las 9 de la mañana y yo ya salía de mi casa rumbo a la universidad: el primer día de clases comenzaba y algunos reencuentros serían muy celebrados. Bajé de la micro con los audífonos aún puestos y llegué al edificio Gimpert, busqué la sala 1-1 y me encontré con la enorme cantidad de compañeros que ya habían llegado (yo pensaba que iba a llegar atrasado) y la alegre de sorpresa de reencontrarse con muchas personas que no veía hacía tiempo. Entre saludos y el ingreso a la sala -¿será necesario contar que me tuve que quedar de pie por falta de sillas?- comenzó el año, comenzaron las clases y de regreso al estudio que nos vio por todo el año pasado.
He hecho lo posible por no llegar predispuesto a ninguna asignatura, pero se hace un poco difícil sabiendo que es un ramo “denso” (según los propios profesores que prefirieron sincerarse de una vez). Sin embargo, las cosas van cambiando cuando uno ve un poco más allá de lo que dice el programa; cuando uno comienza a internarse de nuevo en el campo de lo que está estudiando. Ahora comienzo a hojear para ver cuál cuaderno pertenece a tal asignatura y cuál es de la otra, un juego a veces divertido y otras veces latero: hasta el momento, he llegado con dolor de cabeza sólo por venir durmiendo o por efecto del sol.
Pero el primer día teniendo clases en el horario normal y completo (en mi caso, el día lunes es hasta las 5.10) es un poco incómodo. Si bien, ningún ramo dictó mucho contenido, de todos modos me hace recordar las horas en que mi cabeza trata de hilar las ideas que debo comprender. A veces toma un poco de tiempo, a veces ocurre ese proceso luego de dormir en la micro y de procesar todo, a veces pasa en un momento de tiempo libre en que puedo releer la materia.
El inicio de la primera semana; el inicio de muchas otras a la espera de seguir avanzando y, por supuesto, llegar a las merecidas vacaciones jajaja.
He hecho lo posible por no llegar predispuesto a ninguna asignatura, pero se hace un poco difícil sabiendo que es un ramo “denso” (según los propios profesores que prefirieron sincerarse de una vez). Sin embargo, las cosas van cambiando cuando uno ve un poco más allá de lo que dice el programa; cuando uno comienza a internarse de nuevo en el campo de lo que está estudiando. Ahora comienzo a hojear para ver cuál cuaderno pertenece a tal asignatura y cuál es de la otra, un juego a veces divertido y otras veces latero: hasta el momento, he llegado con dolor de cabeza sólo por venir durmiendo o por efecto del sol.
Pero el primer día teniendo clases en el horario normal y completo (en mi caso, el día lunes es hasta las 5.10) es un poco incómodo. Si bien, ningún ramo dictó mucho contenido, de todos modos me hace recordar las horas en que mi cabeza trata de hilar las ideas que debo comprender. A veces toma un poco de tiempo, a veces ocurre ese proceso luego de dormir en la micro y de procesar todo, a veces pasa en un momento de tiempo libre en que puedo releer la materia.
El inicio de la primera semana; el inicio de muchas otras a la espera de seguir avanzando y, por supuesto, llegar a las merecidas vacaciones jajaja.
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Silent Shout - The Knife
Saludos!
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kinkan ®
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