Se despiertan las miradas tras un atardecer de colores y un mar que avanza suavemente sobre la arena tibia, quizas mediterránea o pacífica, qué se yo. Las miradas conectadas rumbo a las nubes que sobrevuelan nuestros sueños confundidos entre energía, locura, delirio, pasión, ganas de volar y de correr tan rápido como sea posible para poder recorrer el mundo en un segundo... y poder volver una y otra vez. Las sombras que bailan sobre los árboles saltan a la tierra, iniciando un espectáculo de luces y de fuego: la música del delirio ya nos habla de procesos, de cambios, de renovaciones, de nueva energía. Las luces y la música nos hablan de viajes, de manos entrelazadas y de abrazos tan fuertes que, una vez dados, ya son inquebrantables.
Los vientos de agosto y sus madrugadas nostálgica tiñen de colores los amaneceres de los valles olvidados por el mar.
1 comentario:
Aceptar el cambio facilita el brillo :)
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