Algunos dicen que no cualquier podría llegar a ser un atleta y es evidente: ver niños de 5 años al borde de la explosión -literalmente- de la obesidad producida por McDonald's o sorprenderme de gente que pesa más de 200 kilos y que se convierte en una bola que hay que levantar con grúa ya es algo que hace pensar que la sanidad es algo bastante poco importante para algunas personas. Y no se trata de tener las medidas perfectas que el photoshop produce en muchas modelos anoréxicas de Hollywood ni en los excesos que lleva a los niños Disney a consumir todo el cocktail de drogas existente en el mercado, sino que llevar a cabo una rutina lo suficientemente pertinente como para morir de viejos. Aunque, al final, todo te mata de alguna forma y es bastante obsesivo preocuparse de comer esto, no comer lo otro, dejar esto al lado y blah blah blah.
Lo que sí estoy de acuerdo en que, con pequeñas acciones, podemos convertirnos en atletas a escala muy disminuida. Y no se trata de correr 5 horas al día ni nada de eso: se trata de caminar. Es así como en una tarde de conversación, tranquilamente, mirando los encantos del Oceáno Pacífico, Valparaíso se extiende ante ti como la mejor pista de caminata que te lleva a descubrir sus miles de secretos. Comenzando con una sesión de 1 hora y 40 minutos de natación (130 vueltas = 2350 metros), ya comienzas a ser un deportista que supera, ampliamente, el estado físico de la mayoría de la gente de tu edad. Es por eso que me gusta tanto la natación, porque no tengo que coordinar con nadie más que conmigo mismo y por el hecho de que la hidratación es constante. Lo siguiente es reunirte en la Estación Barón e iniciar la travesía por la Ciudad Puerto, seguir por Avenida Brasil en dirección a Plaza Sotomayor por calle Esmeralda, continuar hasta la Aduana y subir por el ascensor Artillería para colaborar con el patrimonio con $300, seguir por el 21 de mayo en dirección al Cerro Artillería, aparecer en Gran Bretaña y cruzar hasta la UPLA, descender hacia Avda Altamirano y dar una vuelta alrededor del cementerio para luego regresar en dirección a la aduana, seguir caminando hasta devolverse a la Casa Central de la PUCV. Listo: tienes algo así como 16 kilómetros en una tarde.
He ahí su triatlón: natación y caminata, creo que falta el ciclismo y usted ya es un casi deportista digno de las Olimpiadas, casi a la altura de Tomás González o de Michael Phelps. Claro, es solo el comienzo, pero motívese, no consuma Mc Donalds y haga deporte: le hará bien.
2 comentarios:
Me gusta McDonnalds y no soy una bola que hay que levantar con grúa... eso.
aguante el Burger King!
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