Cuando tengo miedo, cuando estoy feliz, cuando busco un poco de amor: ahí está Valparaíso con las luces que decoran los cerros infinitos de locuras, infinitos de sueños y de noches invernales que lo cubren de ese nebuloso misterio que se transforma en humedad que llueve sobre las baldosas de la ciudad que mira al mar. Mi ciudad natal y la cuna que me refugia, el regreso cariñoso hacia la madre y la sensación de ternura infantil al recordar las tardes soleadas del verano en que jugaba entre los cerros a imitar la melodía del camión del gas o el sonido de los trolleys al circular por la ciudad. Porque el puerto es un recuerdo eterno, es una marca que se lleva.
Porque el puerto es el mar que se mueve hacia todos lados, como mis pensamientos: es ese viaje que siempre busco y al cual siempre regreso.
1 comentario:
Es que Valpo es bkn! :D
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