En el silencio de una tarde cubierta por la oscuridad invernal, las luces de la primavera se dejaron sentir en aquella brisa fresca y libre con que septiembre saluda al año en el cual se sitúa. Y en el aire vuelan las historias que luego quedarán colgadas de algún cable del tendido eléctrico que baila con la fuerza de la lluvia o se estremece con la violencia de algún sismo, de esos que la historia ya le ha regalado varios a la ciudad Puerto. Allí, desde las alturas, donde las historias hablan de viajes y el universo entero conspira en favor de que el cuerpo haga un viaje físico y mental. Allí, donde la naturaleza hace que las raíces profundicen en los secretos de los cerros, bajo tierra, bajo el cemento, bajo el mar que se esconde debajo de la tierra; allí donde las luces de la ciudad iluminan un cielo que nunca duerme.
Fotografía: Paseo Yugoslavo, Cerro Alegre, Valparaíso.
1 comentario:
La plaza de los viajes... tendremos que ir pronto :)
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