Entre nubes nos encontramos como objetos voladores,
no identificados, perdidos, a la deriva,
somos astros de luz que recorren muchos sueños,
esencias de un universo en constante transformación.
Somos el mar con su viento alocado,
somos las olas que se pierden en la inmensidad,
somos el infinito que se concreta en el celeste;
un oceáno perdido que renace con el nuevo sol.
¡Que se alcen los sueños, con sus riesgos, con su color!
Unamos nuestros mundos en un par de versos
que cantaremos a la orilla del mar, mirando el cielo.
¡Somos el tiempo que enloquece cuando se pone el sol!
Cerrar los ojos, alzar los brazos,
sentir la brisa, dejarse elevar,
soltar los pies desde el suelo
y, simplemente, comenzar a volar.
Alza el vuelo, volador, volantín,
cruza las nubes en un segundo, sin temor,
vuelva tan alto como puedas
y jamás te detengas, como un platillo volador.
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