Dormir sin dormir y soñar despierto,
correr por todos lados y olvidarse de todo;
una vida de lujos, placeres perfectos,
lanzar un grito y cumplir el deseo:
hasta el más mínimo capricho,
hasta el detalle más insignificante,
una mezcla de odio y amor encubierto
cuando las luces se avecinan sobre una sombra muerta.
Porque todos queríamos ser rockstar al amanecer
y dar vueltas una y otra vez.
Todos queríamos tenerlo todo
y fantasear con un mundo que alguien dijo que no podía ser.
Porque todo estaba en creer,
todo estaba en gritar, todo estaba en correr:
todo estaba en ser nadie y fingir ser una imagen que no es.
Todos queríamos ser rockstar y morir,
horrorizados en el suelo,
un cadáver putrefacto sobre las flores más lujosas,
una estrella apagada hecha cenizas sobre el mar.
1 comentario:
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