Desde el horizonte caen meteoritos
Que se pierden en el fuego
Que nace desde el propio suelo,
Se confunden con las ansias
De saber lo que pasa
Cuando todo el mundo corre con prisa
Sin que muestren una sonrisa
Y siempre tortura inmediata
Que a las antenas les gusta comprar,
Lo degustan con fruición
Como manjar delicioso,
Como si de ese modo creyesen
Que a encontrar el camino correcto
Fuesen a ayudar.
Suben estrellas fugaces
Y no se estrellan en los árboles
Sino en las nubes
Que comienzan a hacerse más grandes,
Cuando más corren
Más grande y espumosas
Cuando nublan la visita
Del cielo y sus ángeles.
Se quema el silencio
Que en momento mecía deseos
De soñar y dejar correr el vuelo
De aquello que se esconde
Y se mantiene en secreto,
Se apaga con el viento
Que llega para salvar
Y acabar un incendio
Que se alza sin cuidado
Ni compasión,
Pues en dos meses
Se hace una estructura potente
Que muchos creen
Que no se podrá derribar,
Pero se nota
Que era su hora
Y la sangre corre,
La sangre queda en el aire
Evaporada por el calor artificial
Que derrite la nieve
Que te iba a albergar,
Y el aire se hace poco,
El aire se hace necio
Y se va hacia otro lado
Para que no le puedes hallar,
El aire se hace un vicio
Del cual no se puede escapar,
Te das cuenta que huyes
Y sabes que te van a encontrar,
Se acaba la droga imprescindible
Que tu vida dio a luz,
El oxigeno no existe
Y ya no puedes respirar.
"Suben estrellas fugaces"
Cristian Briceño González
Que se pierden en el fuego
Que nace desde el propio suelo,
Se confunden con las ansias
De saber lo que pasa
Cuando todo el mundo corre con prisa
Sin que muestren una sonrisa
Y siempre tortura inmediata
Que a las antenas les gusta comprar,
Lo degustan con fruición
Como manjar delicioso,
Como si de ese modo creyesen
Que a encontrar el camino correcto
Fuesen a ayudar.
Suben estrellas fugaces
Y no se estrellan en los árboles
Sino en las nubes
Que comienzan a hacerse más grandes,
Cuando más corren
Más grande y espumosas
Cuando nublan la visita
Del cielo y sus ángeles.
Se quema el silencio
Que en momento mecía deseos
De soñar y dejar correr el vuelo
De aquello que se esconde
Y se mantiene en secreto,
Se apaga con el viento
Que llega para salvar
Y acabar un incendio
Que se alza sin cuidado
Ni compasión,
Pues en dos meses
Se hace una estructura potente
Que muchos creen
Que no se podrá derribar,
Pero se nota
Que era su hora
Y la sangre corre,
La sangre queda en el aire
Evaporada por el calor artificial
Que derrite la nieve
Que te iba a albergar,
Y el aire se hace poco,
El aire se hace necio
Y se va hacia otro lado
Para que no le puedes hallar,
El aire se hace un vicio
Del cual no se puede escapar,
Te das cuenta que huyes
Y sabes que te van a encontrar,
Se acaba la droga imprescindible
Que tu vida dio a luz,
El oxigeno no existe
Y ya no puedes respirar.
"Suben estrellas fugaces"
Cristian Briceño González
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