Según algunas filosofías de vida o técnicas de relajación y ambientación, recomiendan asear el espacio propio cada cierto tiempo, botar cierta ropa que ya no se ocupa para poder desprenderse de aquellas energías impuras, cambiar ropa o jugar con colores y percepciones, en lo posible, estar en un ambiente grato en donde poder descansar en las noches y echar a volar la mente en el día…
Y fue justo eso lo que se me ocurrió hacer hoy. Es, en realidad, mi mamá quien llega con todas aquellas nuevas ideas de ambientación, de pintas las paredes de la casa de un color o decorar de tal forma, la mayor influencia que tuvo en mí, fue la del uso de móviles cerca de la ventana para que armonizaran la pieza. Así como alguien alguna vez me regaló un atrapasueños que supuestamente atrapa todas las pesadillas y te permite dormir mejor. No sé si haya hecho efecto, pero le da un toque distinto a mi pieza y se ve como más esotérica, eso me gusta. Así como el uso de inciensos cada cierto tiempo.
Fue hoy que se me ocurrió ordenar todo, ya que no puedo cambiar de lugar las cosas, pues hacerlo, significaría sacar los fierros de la pared y cambiar mi cama de posición… lo que resultaría un desastre. Aún queda la tarea pendiente de pintar la pieza de otro color, de azul, mi color favorito, aunque dicen que eso le puede dar un toque de frío a mi pieza, pero da igual. Me di cuenta que sobre la repisa de mi pieza habían muchos, demasiados cuadernos de 4to medio que ya no ocupaba. Y, como no tenía nada más que hacer (es cierto que el ocio es la madre del movimiento), me puse a ordenar. Encontré las pruebas de matemática que me causaron disgustos y una alegría extrema como cuando me saqué el único 7 de todo mi cuarto medio en esa asignatura. Quedó guardada. Luego me encontré con un trabajo de filosofía y con el cuaderno de la misma asignatura, sólo me quedé con el trabajo para recordarme de lo mucho que me reía en esas clases. Luego, el cuaderno de castellano, y ese lo tuve que dejar de inmediato, porque son demasiados los buenos recuerdos de esas clases en que algunas veces casi me puse a llorar… aunque nadie lo haya notado.
Ordenar el espacio físico, y a veces también es bueno ordenar la mente. Pensar en cosas bellas, y olvidarse un poco del mundo, como suelo hacer yo a través de mi literatura. Buscar el equilibro: mente, cuerpo y alma, como lo dice el yoga. Respirar el aire puro del mar, contagiarse de energías positivas. Pero, por sobre todo, querer siempre vivir, y vivir mejor cada día.
Y fue justo eso lo que se me ocurrió hacer hoy. Es, en realidad, mi mamá quien llega con todas aquellas nuevas ideas de ambientación, de pintas las paredes de la casa de un color o decorar de tal forma, la mayor influencia que tuvo en mí, fue la del uso de móviles cerca de la ventana para que armonizaran la pieza. Así como alguien alguna vez me regaló un atrapasueños que supuestamente atrapa todas las pesadillas y te permite dormir mejor. No sé si haya hecho efecto, pero le da un toque distinto a mi pieza y se ve como más esotérica, eso me gusta. Así como el uso de inciensos cada cierto tiempo.
Fue hoy que se me ocurrió ordenar todo, ya que no puedo cambiar de lugar las cosas, pues hacerlo, significaría sacar los fierros de la pared y cambiar mi cama de posición… lo que resultaría un desastre. Aún queda la tarea pendiente de pintar la pieza de otro color, de azul, mi color favorito, aunque dicen que eso le puede dar un toque de frío a mi pieza, pero da igual. Me di cuenta que sobre la repisa de mi pieza habían muchos, demasiados cuadernos de 4to medio que ya no ocupaba. Y, como no tenía nada más que hacer (es cierto que el ocio es la madre del movimiento), me puse a ordenar. Encontré las pruebas de matemática que me causaron disgustos y una alegría extrema como cuando me saqué el único 7 de todo mi cuarto medio en esa asignatura. Quedó guardada. Luego me encontré con un trabajo de filosofía y con el cuaderno de la misma asignatura, sólo me quedé con el trabajo para recordarme de lo mucho que me reía en esas clases. Luego, el cuaderno de castellano, y ese lo tuve que dejar de inmediato, porque son demasiados los buenos recuerdos de esas clases en que algunas veces casi me puse a llorar… aunque nadie lo haya notado.
Ordenar el espacio físico, y a veces también es bueno ordenar la mente. Pensar en cosas bellas, y olvidarse un poco del mundo, como suelo hacer yo a través de mi literatura. Buscar el equilibro: mente, cuerpo y alma, como lo dice el yoga. Respirar el aire puro del mar, contagiarse de energías positivas. Pero, por sobre todo, querer siempre vivir, y vivir mejor cada día.
Kinkan ®
2 comentarios:
uh si hay q ordenar de vez en cuando D:
uno se encuentra con cada cosa o_O
leseras de 8º y demases
y te encuentro la razon con q el orden no es solo fisico sino q tb mental o algo asi D:
xaw
Me recordaste la tranquilidad que provoca ordenar los pensamientos y sentimientos, hermano...
Concentrate en calmar tus sentimientos y tu mente, a la vez que lo haces con tu cuerpo... siente el ambiente de tu alrededor, o si es nocivo hazlo con tu interior.
Si el ambiente es beneficioso, extiende tu aura, siente esa calidez en tu pecho como se extiende por tu cuerpo y luego fuera de éste. Te ayuda a relajarte.
Ahora, respecto del orden y limpieza de la pieza... que no me gusta para nada hacer, por eso lo dejo de vez en cuando pero igual...
la otra vez limpié... boté toda la basura que tenía acumulada en mi pieza; bastante por cierto (todas las propagandas de las universidades). Ordené todo, los trabajos y pruebas que me encontraba del año, unos 5.0s y 6.0s por ahí en matematica, lenguaje y sus controles de lectura, biología diferenciada, historia y las guías, uno que otro ensayo de psu... los 7.0s pocos pero buenos en filosofía, lenguaje y matematica, entre otras cosas...
Ordenar y limpiar, alergia general por el día. Después quedó impecable, casi para sacarle una foto... como lo hacía cuando era más pequeño, porque imagínate cada cuanto limpiaba para sacarle una foto a mi pieza jajaja.
De todas formas no duró perfecto, porque mis amigos al otro día desordenaron todo y tuve que volver a re-ordenar... pero bueno ahora sólo faltan las cajas de la mudanza que aún siguen ahí, esperando.
Ahora se viene un nuevo orden, espiritual, mental y social.
Es todo por hoy, has escrito mucho. Yo debería hacer otro tanto en mi blog... en cuanto encuentre el tema al cual escribir.
Cuídate hermano, y saludos.
Chau!
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