Me encuentro dividido entre dos posiciones que creo tienen buenos fundamentos, lo que me hace recordar el resultado de una encuesta de facebook en que me decían que mi libro era “Crimen y Castigo”. Y es ese constante intento de mantener todas las cosas bajo control, poner mis pensamientos ideales en contraste con una realidad que muchas veces no les dará cabida y preocuparme de eso; echarme a morir antes de tiempo sumido en la angustia de un futuro incierto al cual quiero llegar de golpe, como si me saltase cada uno de los pasos para llegar a él. Y esto me ha traído más de algún dolor de cabeza innecesario –y por qué no, problemas estomacales- que tal vez podría haber evitado relajándome un poco escuchando “Tour de France” en la versión de Señor Coconut.
En estos momentos mi división surge a partir de la situación que me afecta directa y notoriamente: el asunto de la TNE y el paro en el cual estamos inmersos a partir de hoy. Claro está que no me gustan los paros ni las movilizaciones, pero si éstas tienen un fundamento no puedo más que aceptarlas y sumarme si es necesario. El problema es cuando creo que un paro para una situación como esta no dé mucho resultado… sí, es una visión media pesimista, pero creo bastante realista y aterrizada. Sucede que nuestros queridos microbuseros no aceptarán la famosa tarjetita por la cual ya tuvimos que desembolsar $2.500 y, más encima, el pasaje escolar subirá casi $100. No puedo más que estar de acuerdo con una manifestación, pero como algunos podrían decir “eso de no querer perder ni pan ni pedazo” se demuestra en que temo retrasar el calendario dispuesto de antes y perder las anheladas vacaciones de invierno que este año veo con demasiado ensoñado. Y entonces están las dos partes en mi cabeza diciéndome que es lo justo y por otro que no quiero perder clases… ¿qué hacer? ¿Alguna respuesta?
Tampoco pretendo quedarme sentado viendo lo que pasa, pues esto es algo casi de vida o muerte: pagar $1200 cada vez que quiera salir, es algo imposible puesto que no trabajo y no tengo cómo mantenerme. Me pregunto si acaso estos dueños de las máquinas habrán pensado en sus hijos al tomar una medida como ésta, o bien en sus sobrinos, nietos o en los hijos de sus amigos… no sé, o acaso me queda pensar que su vida es tan triste (no tienen ningún familiar joven en el cual pensar al subir los precios) que no tienen nada más que andarle arruinando la existencia al resto. Es una pena estar en esta situación en que nadie se pone de acuerdo con nadie y los precios siguen subiendo hasta no sé dónde, temo que llegue un momento en que tenga $5.000 en mi mano y se rían cuando intente comprar pan ¿vamos hacia allá?
El Banco Central no sé qué hace, pero hace que suba el dólar lo que traería nuevas alzas. La hija de la presidenta anda de viajes junto a ella (no quiero tocar el tema de quién paga su viaje, dejémoslo a su conciencia) mientras el resto de la gente de su edad intenta estudiar en estas condiciones. Me dan ganas de tomar las maletas e irme a vivir a otro país… pero, ¿cómo? ¿Con qué plata? Si hasta eso está demasiado caro… Y me pongo a esperar ese Tour de Francia que tarde me doy cuenta de que ya se fue, aún cuando había estado. No sé si me estoy perdiendo momentos de estudio pensando en esto y tal como decía Katy: “estamos todos en la misma”, al menos algo de motivación para continuar e intentar salir de este agujero de pensamientos y situaciones caóticas desde el exterior.
En estos momentos mi división surge a partir de la situación que me afecta directa y notoriamente: el asunto de la TNE y el paro en el cual estamos inmersos a partir de hoy. Claro está que no me gustan los paros ni las movilizaciones, pero si éstas tienen un fundamento no puedo más que aceptarlas y sumarme si es necesario. El problema es cuando creo que un paro para una situación como esta no dé mucho resultado… sí, es una visión media pesimista, pero creo bastante realista y aterrizada. Sucede que nuestros queridos microbuseros no aceptarán la famosa tarjetita por la cual ya tuvimos que desembolsar $2.500 y, más encima, el pasaje escolar subirá casi $100. No puedo más que estar de acuerdo con una manifestación, pero como algunos podrían decir “eso de no querer perder ni pan ni pedazo” se demuestra en que temo retrasar el calendario dispuesto de antes y perder las anheladas vacaciones de invierno que este año veo con demasiado ensoñado. Y entonces están las dos partes en mi cabeza diciéndome que es lo justo y por otro que no quiero perder clases… ¿qué hacer? ¿Alguna respuesta?
Tampoco pretendo quedarme sentado viendo lo que pasa, pues esto es algo casi de vida o muerte: pagar $1200 cada vez que quiera salir, es algo imposible puesto que no trabajo y no tengo cómo mantenerme. Me pregunto si acaso estos dueños de las máquinas habrán pensado en sus hijos al tomar una medida como ésta, o bien en sus sobrinos, nietos o en los hijos de sus amigos… no sé, o acaso me queda pensar que su vida es tan triste (no tienen ningún familiar joven en el cual pensar al subir los precios) que no tienen nada más que andarle arruinando la existencia al resto. Es una pena estar en esta situación en que nadie se pone de acuerdo con nadie y los precios siguen subiendo hasta no sé dónde, temo que llegue un momento en que tenga $5.000 en mi mano y se rían cuando intente comprar pan ¿vamos hacia allá?
El Banco Central no sé qué hace, pero hace que suba el dólar lo que traería nuevas alzas. La hija de la presidenta anda de viajes junto a ella (no quiero tocar el tema de quién paga su viaje, dejémoslo a su conciencia) mientras el resto de la gente de su edad intenta estudiar en estas condiciones. Me dan ganas de tomar las maletas e irme a vivir a otro país… pero, ¿cómo? ¿Con qué plata? Si hasta eso está demasiado caro… Y me pongo a esperar ese Tour de Francia que tarde me doy cuenta de que ya se fue, aún cuando había estado. No sé si me estoy perdiendo momentos de estudio pensando en esto y tal como decía Katy: “estamos todos en la misma”, al menos algo de motivación para continuar e intentar salir de este agujero de pensamientos y situaciones caóticas desde el exterior.
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Tour De France - Señor Coconut
Saludos!
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kinkan ®
1 comentario:
lo del paro contra los microbuseros es verdad, a ellos no les perjudica q los estudiantes vayamos a paro, pero lo q se busca es hacer "Ruido" para q sancionen al gremio por no cumplir normas establecidas.
si se piensa de otra forma no seria racional la medida del Paro
El pais perfecto no existe, hasta los del primer mundo tienen su defecto, hay q ver a Chile como algo en gral, y creo q esta muy bn preparado con respecto a paises latinoamericanos para afrontar una resecion(o coo se escriba)
no todos los paises se pueden dar el gusto de gastar en temas sociales o de contrarrestar un alza de petroleo o una caida del dolar.
eso, xau
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