viernes, 14 de marzo de 2014

Verosímil

Es la inmensidad la que cae a gotas desde el cielo.
Es el silencio mismo el que canta en versos
cuando la noche se congela en un momento.
Es el ritmo, es la música,
como un baile concebido en cámara lenta
y las figuras detenidas en el tiempo...
ese tiempo que da saltos, que se pierde.

Es el infinito el que se acaba en un parpadeo
y el universo que se confunde con un deseo.
El paso de una estrella fugaz
y el silbido de una canción silenciosa
que te esmeras por cantar para ti mismo,
que te esmeras porque nadie escuche.

Son las voces que trae el viento
con sus historias escondidas en el olvido,
que se guardan en los espacios del invierno.
Son las voces del tiempo,
las historias que suceden antes de ser pensadas.


Fotografía: Avda. Libertad (sector Torre Coraceros), Viña del Mar.

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