No sé cómo ni cuándo, llegué hasta esta esquina iluminada de la ciudad de Albacete. No tiene caso mencionar el nombre de este callejón secreto que, seguramente, tampoco aparecerá en el mapa. ¿Acaso estoy dentro del mapa? Quizás formo parte de un universo paralelo en que un vehículo se detiene, me observar un instante para luego continuar calle abajo con solo Dios sabe qué dirección. La ciudad está iluminada con este frío invierno que me obliga a cubrirme con una bufanda enorme, a vestirme de calzado que resista la potencial nieve que, según dicen, podría caer durante esta medianoche. ¿Acaso podré bailar con las sombras de los amantes que se proyectan a través de algún balcón? ¿Acaso podríamos brindar juntos cuando el reloj indique que el Nuevo Día ya ha llegado?
Veo las sombras que escapan desde los edificios más antiguos de la ciudad, veo los espíritus que se esconden cuando me ven llegar. Veo la escarcha que cubre las baldosas, veo las huellas descalzas de algunos transeúntes que se durmieron bajo las aguas. Veo los cuchillos voladores del Museo, veo el reloj del Ayuntamiento. Veo tantas cosas en esa oscuridad iluminada y la soledad de murales ocultos. Veo los colores, veo el Nuevo Día.
¿Qué es lo que ves tú?
1 comentario:
A quien sea que vaya dirigida la pregunta y a lo que sea que apunte... cuando comienza el Nuevo Día me gusta verte a ti
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