Donde el silencio nace con canciones de locura,
donde las aves vuelan cada vez que se esconden:
somos uno en un momento incierto
y lo inerte de la muerte se hace vivo en un segundo:
no hay más vida que en esa pequeña muerte,
no hay más instante que cuando el tiempo se detiene,
somos dos locos perdidos en un instante eterno,
tu regazo me abraza, no tengo miedo.
Somos un momento, una línea de tiempo,
la continuidad del pasado, presente y futuro.
Dame tu luz y tu mirada inocente,
abrázame entre tu piel, pequeña durmiente,
múestrame las historias que nuestros cuerpos ya saben,
recórreme con alboroto, no hay nadie más alrededor.
Abrázame, amada mía,
volemos tan lejos como nuestros cuerpos nos permitan.
Alza el vuelo, volador, volantín,
cruza las nubes en un segundo, sin temor,
vuela tan alto como puedas
y jamás te detengas, como un platillo volador.
Fotografía: Avenida Franciso de Aguirre, La Serena, Chile.
1 comentario:
Después de leer esto me dan taaaantas ganas de abrazarte :)
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