Me despierto agitado, un, dos, tres. Los espíritus errantes se detienen frente a mí y me aprisionan, se cargan contra mi espalda y no me dejan mover. ¿Qué es lo que pasa? Siento el sudor que corre por mi cuerpo, siento el mundo que se detiene mientras respiro de a poco, a veces se me olvida respirar y despierto de un sobresalto. Cuento hasta tres y vuelvo a respirar porque sé que todo ya ha acabado, que fue un mal sueño, que debo volver a respirar, que debo volver a dormir, que son las 5 de la mañana y aun me quedan horas por dormir. Horas de sueño que en el futuro desearé, que agradeceré cuando hagan falta y que echaré de menos de no haberlas dormido cuando podía. En silencio repito las palabras: "Jesús, Jesús, Jesús" y me sale mi lado religioso, ese que estaba medio oculto, pero que aparece de vez en cuando. Menciono ese nombre y los fantasmas se van. ¿Podré volver a dormir esta noche? ¿Volverán a visitarme para detenerme mientras duermo?
¿Acaso se quedarán de huéspedes? ¿Qué es lo que querrán de mí?
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