Robar un vehículo al azar, sin preocuparse de su dueño. No es nada personal, lo asegura. Romper el vidrio y cortarse las manos, dejar un poco de sangre desparramada en el pavimento como evidencia, sin motivo: no hay mucha utilidad en dejar sus huellas marcadas. No pensar en nada, acelerar, acelerar, acelerar. ¿Estrellarse contra un muro o lanzarse directamente al mar?
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