Creo que el paso por un CONTEXTO DETERMINADO no es algo que deba ser obviado en la búsqueda de un estudio inmanente de una obra literaria (es la principal objeción que tengo contra el Opojaz y el Círculo Lingüístico de Moscú de los años 1915 a 1930, aproximadamente); creo que es, precisamente, el paso por una SITUACIÓN la que va modificando nuestra esencia en el paso del tiempo: para bien o para mal, pero con el tiempo vamos viendo que son muchas las cosas que nos van legando los lugares por los cuales hemos transitado. Tal vez acercándome un poco al pensamiento de Bajtín, será que al pasar por tantos círculos sociales alguno de todos los ENUNCIADOS que cuelgan el aire se nos queden colgados en la ropa y los llevemos por el resto de nuestros días: nuestra tarea sería entonces reestructurarlos de una manera original para no caer en un juego de citas monótono y aburrido que a la larga nos hace evadir esos tipos de discursos.
Y bien, el párrafo anterior fue un intento de unir tantos conceptos que he oído en demasía durante este último tiempo, de una manera bastante sucinta y un poco “ordinaria” (haciendo alusión intertextual a las palabras de mi profesora de teoría y crítica literaria, luego de dar un ejemplo bastante cotidiano que dejó claras muchas cosas). ¿A qué se de todo esto? Es la principal pregunta que hasta yo mismo me hago al leer un texto medianamente expositivo, parecido al tumulto de fotocopias que a veces me hacen pensar que el escritorio volverá a colapsar a las 2 de la mañana para sacarme de un profundo sueño. Pero sería entendible si señalo que llevo toda una tarde leyendo textos de literatura, textos de pensamientos con respecto a la gramática que rige nuestro español y días anteriores también he tenido dolores de cabeza en la diferenciación de FORMA Y FONDO. No obstante, lo que ya me volado la cabeza es el tema de la modernidad en la que estamos envueltos (¿Alguien podría explicarme si estamos en la modernidad tardía, post modernidad, modernidad cibernética, modernidad individual o simplemente una modernidad sin apellido? Lo agradecería).
Claro está que es un concepto con el que nos hemos encontrado un sinnúmero de veces, más aún con el avance de nuestros cursos tanto en colegio o, en mi caso, la universidad. Y creo que en este momento puedo dar cuenta en parte de esos autores que llevo meses intentando entender y que también he aprendido a valorar. ¿Qué es la famosa modernidad en la que estamos envueltos? ¿Acaso lograremos salir algún día: acaso sería bueno? Y ahora que leo me doy cuenta de que estoy cayendo en palabras sofistas que no dicen nada, pero es una buena forma de hacer que las neuronas intenten reencontrar el camino a la sinapsis que se perdió luego de toda una semana de lecturas… no obstante, no me quejo; al parecer pasaré toda mi vida en esta, para mí, agradable tarea de cargarme de conocimiento de distintas tendencias y hasta espero algún día ser citado como un autor de grandes pensamientos (a todos nos baja el ataque ególatra de vez en cuando, ¿no?).
En primera instancia y en consecuencia con lo que se ha denominado como sensibilidad de época, creí que la modernidad era lo que estábamos viviendo en este preciso momento en que la tecnología no deja de sorprendernos con cada nueva creación (facebook es una página tan tecnológica en que no dejo de encontrar nuevas aplicaciones en las cuales pasar el tiempo de ocio, pero eso es un tema que da para otro comentario). Y, precisamente, es la tecnología uno de los motores para que la modernidad sea tan valorada. Si bien, el concepto no es algo nuevo puesto que en todas las épocas se ha utilizado refiriéndose a “lo actual”, no deja de despertarnos algunas dudas. Por ejemplo, en su momento significó algo más bien peyorativo y eso es algo más que visible, sobre todo en la gente de mayor edad: “antes las cosas no eran así” o “como están las cosas ahora”, o bien, “antes no se veían estas cosas”. En cierta medida les creo, puesto que antiguamente no se veían tantas cosas raras como los pokemones con su dudosa apariencia de niño-niña que a ellos les encanta, siendo que sólo se convierten en un objeto ridículo de adoración a la risa. Pero cada loco con su tema, dicen por ahí.
Por otro lado, lo moderno es lo que no es antiguo (sí, aunque suene un poco redundante y deje mucho que desear de un estudiante de castellano). El problema es encontrar el límite entre eso actual y lo antiguo. Aludiendo a una famosa cita de Marx: “todo lo sólido se desvanece en el aire, lo sagrado es profanado…” (frase desarrollada en profundidad en un texto de Marshal Bermann) nos encontramos con una, a mi parecer, muy buena respuesta a mi pregunta indirecta. Claro está que lo que ayer encontrábamos como la última maravilla del mundo, hoy probablemente la estaremos lanzando a la basura por su inutilidad. Y en este momento es cuando lanzo uno de mis primero ataques contra la ciencia dura (o fáctica), ya que se jactan de tener un conocimiento estricto, “real” y objetivo de las cosas, no obstante pasa el tiempo y nos damos cuenta de que las cosas no son tan objetivas como parecen: “la ciencia vive venciendo errores y no estableciendo verdades” (Eichembaum), pero no lo digo porque odie la ciencia, sino porque odio cuando son tan mal vistas las ciencias humanistas que también traen un gran avance que a veces es menospreciado. El lógos tiene tantas manifestaciones que debiesen ser complementarias.
Mirando un poco a nuestra realidad, ¿podríamos realmente decir que vivimos en un mundo moderno? O sea, podríamos decir que Chile es un país aún tercermundista (que con un eufemismo denominamos “en vías de desarrollo”) por lo cual estamos alejados de la modernidad: no obstante, se sabe que nuestra nación consume como país desarrollado, pero produce como subdesarrollado. ¿Cuál es el motivo? Y ahí puedo detenerme porque no he encontrado ninguna respuesta al asunto. Por otro lado, si somos tan modernos y nos jactamos de que superamos al hombre primitivo: ¿Por qué tenemos tantas tribus urbanas con ausencia de identidad propia? ¿Por qué tanto fanatismo religioso de algunos que hacen volar edificios porque su profeta los convoca a una guerra santa? ¿Por qué las juventudes se escudan en el alcohol, la marihuana y un sinnúmero de estupefacientes para conocer una realidad que las paredes de cemento no les permiten? ¿Por qué ese intento de formalismo no nos permite ver más allá de las cosas, una metavisión de nuestra propia vida?
Todo me hace pensar a que estamos en un proceso de involución, por muy pesimista que parezca de mi parte y pese a que tengo una visión muy optimista de la vida (claro que no se nota mucho luego de esto, pero sólo es una imagen que me quedó luego de leer tantas cosas). Cada vez la gente se involucra más con el esoterismo para encontrar soluciones que no puede ver de otra forma: new age, naturalismo, ascetismo, etc. Me considero partidario del movimiento new age con su esperanza en las buenas energías y en las reencarnaciones. Pero al fin y al cabo, caemos en que todo son respuestas “parches” ante las respuestas que tardaremos toda la vida en encontrar. No queda otra que morir en el intento de encontrar esas respuestas trascendentales.
2 comentarios:
primero... pucha... te pasai con tus comentarios.. ¿xq siempre son tan asertados?
segundo.. sí... leí todo tu comentario y me pareció una noble tarea la de reunir todos los conceptos con los que te has desenvuelto en tu corta y pesimista vida... xq quiéraslo o no... aunque trates de convencerte... somos pesimistas, y no es malo, porque el pesimismo se relaciona en forma directamente proporcional con el realismo y la practicidad, y somos prácticos, todos lo somos... inconcientemente... y no es malo de nuevo... porque somos seres inmerso en una realidad física y caótica que debemos aceptar y afirmar...
Ahora realistas... eso podría dudarse... el ser humano es experto en crearse mundos irreales(basta pensar en tendencias juveniles, medios de comunicación y hasta en la misma literatura) Y adivina qué... eso ¡tampoco es malo! porque solo la imaginacion del hombre puede llevarlo por caminos de bienestar (para darle sentido a su vida, encontrar la felicidad y bla bla bla)
Siento que la problemática de la modernidad es un asunto preponderantemente humano, y al ser así, lo único realmente válido para determinar si algo es moderno o no, es aquello que signifique su BIENESTAR en comparación con un tiempo pasado;todo esto en comunión con otros seres humanos y su ambiente...al menos para mí ésto es lo esencial... dejando de lado por supuesto principios universalistas, dogmas y prejuicios condicionados por instituciones sociales potencialmente decadentes como la iglesia o los medios...
Sigue escribiendo po cristian, y avisa cuando vayai pal cole ;D
lo weno q teni tu es que aunque no t comenten escribi igual y eso me parece admirable, de verdad ;D
saludines
loco, igual lo de la moda pokemona y too eso siempre ha pasado, en las decadas pasadas eran los hippies, rockeros, etc.
asi q eso igual no es preocupante,a traves del tiempo siempre han existido distintas modas.
y con respecto a lo de la modernidad, xuta es lo q hay, el hombre siempre quiere emular la realidad, su propia realidad.
ya no tengo ganas pa escribir mas
xau
PD: rescato lo q dijo el diego, loco inyectado pa escribir aunq no te posteen xD, ta weno eso
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