Luego de hacer el envío de unos cuantos mails y de haber escrito 6 tarjetas navideñas comienzo a darme cuenta de la importancia que esta fecha tiene para la sociedad y para el mundo en su totalidad. Es como si todo fuese uno en este instante, un abrazo puede hacerte olvidar de cualquier problema y te hace sentir querido, todo lo pasado sólo nos sirve para crecer más y se comienza a abrir la puerta del perdón en nuestros corazones. Y todo pasa en una fecha del 25 de diciembre, denominada Navidad.
Miro alrededor y me doy cuenta de que todo el mundo está tan alborotado comprando miles de cosas que con el tiempo irán olvidando –o también puede ser que no pasen la noche, que terminen digiriéndose en el estómago y luego concluyendo en lo que la biología podría explicar mejor- luego de que otro año venga a cubrirlos por encima, como si fuese otra capa de nieve dentro del frío que hace olvidar el pasto verde que se esconde. Me da un poco de rabia de que se pierda el sentido de la fecha, de que todos se escuden en un regalo; lo que realmente debiésemos hacer es regalar amor, regalarnos nosotros mismos y demostrarles nuestros seres queridos que son muy importantes para nuestro corazón. Inconscientemente, hemos elegido esta fecha del año para demostrarlo todo, como augurándoles que para el año que sigue, estaremos junto a ellos en toda circunstancia.
Un espíritu navideño que nos comienza a invadir por todos lados; el árbol de navidad, el pesebre, las luces, los colores verdes y rojos, los villancicos y el ambiente que parece estar distinto a partir de hoy. Vivir la navidad con mucha alegría creo que es lo más importante y dar gracias de tener tantas cosas bellas en el día a día; de a poco he ido aprendiendo a agradecer lo que tengo y a olvidarme de las cosas materiales. Si no regalo nada a algunos, espero que mi sonrisa, un abrazo y un “feliz navidad” sea suficiente para desearla que esta alegría perdure para toda la vida.
Miro alrededor y me doy cuenta de que todo el mundo está tan alborotado comprando miles de cosas que con el tiempo irán olvidando –o también puede ser que no pasen la noche, que terminen digiriéndose en el estómago y luego concluyendo en lo que la biología podría explicar mejor- luego de que otro año venga a cubrirlos por encima, como si fuese otra capa de nieve dentro del frío que hace olvidar el pasto verde que se esconde. Me da un poco de rabia de que se pierda el sentido de la fecha, de que todos se escuden en un regalo; lo que realmente debiésemos hacer es regalar amor, regalarnos nosotros mismos y demostrarles nuestros seres queridos que son muy importantes para nuestro corazón. Inconscientemente, hemos elegido esta fecha del año para demostrarlo todo, como augurándoles que para el año que sigue, estaremos junto a ellos en toda circunstancia.
Un espíritu navideño que nos comienza a invadir por todos lados; el árbol de navidad, el pesebre, las luces, los colores verdes y rojos, los villancicos y el ambiente que parece estar distinto a partir de hoy. Vivir la navidad con mucha alegría creo que es lo más importante y dar gracias de tener tantas cosas bellas en el día a día; de a poco he ido aprendiendo a agradecer lo que tengo y a olvidarme de las cosas materiales. Si no regalo nada a algunos, espero que mi sonrisa, un abrazo y un “feliz navidad” sea suficiente para desearla que esta alegría perdure para toda la vida.
¡Feliz Navidad para todos!
kinkan ®
1 comentario:
el espiritu navideño fue puro humo XD!!
ya eso.-
xau
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