Tuve un fin de semana muy lindo: la experiencia que viví fue muy bella y el recuerdo de otra que también me marcó me ha hizo ver que todo el trabajo tuvo su recompensa; dormir poco tuvo su razón de peso, correr para todos lados y ser –por alguna vez en mi vida- “multifuncional” dio frutos, la tensión se convirtió en algo que te hacía vivir la acción y disfrutar mucho más.
Es distinto ver las cosas desde adentro, sobre todo en este tipo de experiencias. No puedo comentar con lujo de detalles –fiel al compromiso de mantener el secreto para que otra persona también pueda disfrutar de las sorpresas que ésta le brinda, pero no puedo no sentir ganas de contar cómo me sentí, ahora que vi el “making of the experience”. Realmente, todo fue muy agotador y llegó un momento en el que pensé que no lo iba a poder lograr, de que iba a fallar y, poco menos, de que mi presencia desencadenaría hechos nefastos (pensamientos un tanto extremos que uno le viene de repente, pero por pequeños instantes, ya que siempre uno tiene su utilidad en un grupo). Pero algo pasó que me hizo cambiar de opinión, sobre todo cuando vi que las cosas empezaban a correr de manera espectacular, que todo el temor se convertía en luz y que lo que parecía estar perdido ahora se nos acercaba y nos pedía instrucciones.
Fue precisamente el sábado cuando más quería escribir esto, tal vez ahora no pueda plasmar la misma pasión que sentía ese día pero el recuerdo es algo que se mantiene vivo a cada momento. Eran las 8 de la noche y una sala oscura con música ambiental –que había escuchado gran parte del día- era nuestra compañía. Había actividades por realizar y teníamos miedo de que no fuese a resultar, de que nos estábamos preparados y de que debíamos hacerlo lo mejor posible. “Deja que fluya de tu interior, déjate llevar por el momento”, fue el consejo que nunca voy a olvidar… luego realizamos el momento y me pasó algo que hacía mucho tiempo que no sentía: las palabras fluían con tal precisión que hasta yo me sorprendí, pero ahora no puedo recordar qué fue lo que dije. Lo más extraño y genial del asunto es que siento que no fui yo quien habló durante esos minutos mágicos.
Fue espectacular reencontrarme con tantas personas y conocerlas más en profundidad. Todos estuvimos unidos por el mismo espíritu durante esos dos días, y eso me hace sentir muy feliz. Aunque tal vez el tiempo nos impida estar juntos tan seguido, siempre los voy a recordar como ya lo he hecho. Fue algo así como una “experiencia religiosa”, de hecho, lo fue. Fue grandioso, pero creo que faltarían palabras para poder decir lo bien que se siente.
Goodbye Milky Way - Enigma.
Saludos!
kinkan ®
http://fotolog.com/kinkan
http://fotolog.com/alwaysdreamer
Es distinto ver las cosas desde adentro, sobre todo en este tipo de experiencias. No puedo comentar con lujo de detalles –fiel al compromiso de mantener el secreto para que otra persona también pueda disfrutar de las sorpresas que ésta le brinda, pero no puedo no sentir ganas de contar cómo me sentí, ahora que vi el “making of the experience”. Realmente, todo fue muy agotador y llegó un momento en el que pensé que no lo iba a poder lograr, de que iba a fallar y, poco menos, de que mi presencia desencadenaría hechos nefastos (pensamientos un tanto extremos que uno le viene de repente, pero por pequeños instantes, ya que siempre uno tiene su utilidad en un grupo). Pero algo pasó que me hizo cambiar de opinión, sobre todo cuando vi que las cosas empezaban a correr de manera espectacular, que todo el temor se convertía en luz y que lo que parecía estar perdido ahora se nos acercaba y nos pedía instrucciones.
Fue precisamente el sábado cuando más quería escribir esto, tal vez ahora no pueda plasmar la misma pasión que sentía ese día pero el recuerdo es algo que se mantiene vivo a cada momento. Eran las 8 de la noche y una sala oscura con música ambiental –que había escuchado gran parte del día- era nuestra compañía. Había actividades por realizar y teníamos miedo de que no fuese a resultar, de que nos estábamos preparados y de que debíamos hacerlo lo mejor posible. “Deja que fluya de tu interior, déjate llevar por el momento”, fue el consejo que nunca voy a olvidar… luego realizamos el momento y me pasó algo que hacía mucho tiempo que no sentía: las palabras fluían con tal precisión que hasta yo me sorprendí, pero ahora no puedo recordar qué fue lo que dije. Lo más extraño y genial del asunto es que siento que no fui yo quien habló durante esos minutos mágicos.
Fue espectacular reencontrarme con tantas personas y conocerlas más en profundidad. Todos estuvimos unidos por el mismo espíritu durante esos dos días, y eso me hace sentir muy feliz. Aunque tal vez el tiempo nos impida estar juntos tan seguido, siempre los voy a recordar como ya lo he hecho. Fue algo así como una “experiencia religiosa”, de hecho, lo fue. Fue grandioso, pero creo que faltarían palabras para poder decir lo bien que se siente.
Goodbye Milky Way - Enigma.
Saludos!
kinkan ®
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2 comentarios:
Genial que estos días en que todo el mundo se dedica a descansar jaja asi como yop =P tu Hallas podido hacer algo diferente y postivo
son pocas las personas que se dedican hacer cosas buenas por la life
=P
Q tes bn
kuidate hartu
Y sigue asiipp
tauu
besitos
=)
MiAuX
Cierto k la sensaciones maravillosa ^^
simpelemente no tengo palabras para agradecer lo k hiciste..
sin tu familia no vya ecir nombre para guardar el secreto, nada hubiese podido ser ayudaron asalir de u camino leno de piedras con su oracion y fe...
De verdad le doy agracias al de arriba por poner gente ta maravillosa en mi vida y entre ellas estas tu..siemre te tuvimos en el pensamioento y en el corazon de la comunidad po eso te invitamos a servir...
Eres una persona maravillosa y sabes k als puertas de esta familia estaran abiertas siemopre para ti
te kiero con el alma kinkan¡¡¡
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