Principalmente, hacían varios días que me estaba dando vueltas en la cabeza un tema muy importante para mí, y, en realidad, creo que es importante para todos, ya que nadie puede decirse independiente con respecto a esto: la amistad. Por muy repetido que pueda parecer, creo que nadie podría vivir sin un amigo, pues somos seres sociales que necesitamos de un apoyo concreto, en quien desahogarnos, a quien confiar nuestras penas, o, simplemente, con quien pasar un día agradable. Y es precisamente en este momento que quiero hablar de mi mejor amiga: Constanza Arancibia, o, como todos le decimos, Cony. Ha sido una de las personas más influyentes en mi vida, que está siempre presente y tiene un gran espacio en mi corazón, es la primera mujer que me ha demostrado la amistad entre hombre y mujer, pues, como siempre he dicho, las mujeres son las únicas que pueden darnos un consejo que nos haga recuperar la alegría en menos de un segundo. Ella siempre me escucha, siempre me alienta cuando estoy en el suelo, siempre me dice que no me rinda, que soy útil en el mundo, ha sido el oído de muchas cosas importantes, y lo seguirá siendo, espero que por toda la vida.
¿Cómo nos conocimos? No sé si alguna vez he contado que muchas personas aparecen en mi vida de las maneras más extrañas. Esta vez, no fue tanto, fue una hermosa coincidencia de la cual seguiré agradecido. Nos conocimos el año 2005, cuando ambos acudíamos al mismo preuniversitario, durante mucho tiempo fuimos compañeros en el mismo curso sin hablarnos, no porque nos cayéramos mal, simplemente, porque no se nos ocurría acercarnos. Ahora, preguntarme el momento exacto en que nos hablamos, no tengo ni la más remota idea, sólo sé que fue como un enorme salto hasta el día de hoy, en que un saludo ya no es distante, sino que siempre será un afectuoso abrazo. Uno sabe que conocerá mucha gente en la vida, y que pasará al olvido, ya que son muchos los lugares por los que uno transita y sería muy difícil acordarse de todos. Nunca pensé que me llevaría un recuerdo tan hermoso en el corazón de ese lugar en el cual a veces casi me quedaba dormido, sobre todo en la clase de matemáticas.
Pasó el tiempo, continuamos hablando por MSN, luego llamándonos, luego viéndonos. Siguió pasando el tiempo y las llamadas se hicieron más frecuentes, nuestras conversaciones tomaron más y más profundidad, hasta que terminamos compartiendo cada etapa de nuestras vidas, pasamos de ser simples conocidos, a algo mucho mayor a eso: pasamos a ser amigos. Y llegar a ser amigos no es algo que uno diga: “desde hoy, vamos a ser amigos”, sino que, simplemente, se da, es como si el destino se encargara de juntarte con las personas que te van a acompañar el resto de tu vida, pues Dios sabe lo que necesitas, y sabía que para mí era necesario un hombro femenino en el cual confiar.
Muchas serán nuestros recuerdos, muchas serán las cosas que tendremos que contarles a nuestros nietos. Nuestras caminatas por todo Valparaíso, los varios intentos antes de salir a carretear, las juntas en su casa (supuestamente para ver películas, pero, al final, conversamos toda la tarde), y la junta en mi casa que todavía se la debo. Simplemente, gracias por todo, amiga mía, gracias por aparecer en mi vida, gracias por escucharme y por alentarme siempre, por saber cómo aconsejarme, porque sé que ya me conoces demasiado, así como yo te conozco a ti. Si nos hemos topado en esta vida será por algo, y espero que jamás nos separemos, porque una amistad es el más bello tesoro que uno ha podido encontrar en su vida. Y eso eres tú para mí: un gran tesoro, una bella persona, y te quiero conservar para siempre. Te quiero mucho amiga, y creo que te debería mucho más que un comentario sobre ti en mi blog.
¿Cómo nos conocimos? No sé si alguna vez he contado que muchas personas aparecen en mi vida de las maneras más extrañas. Esta vez, no fue tanto, fue una hermosa coincidencia de la cual seguiré agradecido. Nos conocimos el año 2005, cuando ambos acudíamos al mismo preuniversitario, durante mucho tiempo fuimos compañeros en el mismo curso sin hablarnos, no porque nos cayéramos mal, simplemente, porque no se nos ocurría acercarnos. Ahora, preguntarme el momento exacto en que nos hablamos, no tengo ni la más remota idea, sólo sé que fue como un enorme salto hasta el día de hoy, en que un saludo ya no es distante, sino que siempre será un afectuoso abrazo. Uno sabe que conocerá mucha gente en la vida, y que pasará al olvido, ya que son muchos los lugares por los que uno transita y sería muy difícil acordarse de todos. Nunca pensé que me llevaría un recuerdo tan hermoso en el corazón de ese lugar en el cual a veces casi me quedaba dormido, sobre todo en la clase de matemáticas.
Pasó el tiempo, continuamos hablando por MSN, luego llamándonos, luego viéndonos. Siguió pasando el tiempo y las llamadas se hicieron más frecuentes, nuestras conversaciones tomaron más y más profundidad, hasta que terminamos compartiendo cada etapa de nuestras vidas, pasamos de ser simples conocidos, a algo mucho mayor a eso: pasamos a ser amigos. Y llegar a ser amigos no es algo que uno diga: “desde hoy, vamos a ser amigos”, sino que, simplemente, se da, es como si el destino se encargara de juntarte con las personas que te van a acompañar el resto de tu vida, pues Dios sabe lo que necesitas, y sabía que para mí era necesario un hombro femenino en el cual confiar.
Muchas serán nuestros recuerdos, muchas serán las cosas que tendremos que contarles a nuestros nietos. Nuestras caminatas por todo Valparaíso, los varios intentos antes de salir a carretear, las juntas en su casa (supuestamente para ver películas, pero, al final, conversamos toda la tarde), y la junta en mi casa que todavía se la debo. Simplemente, gracias por todo, amiga mía, gracias por aparecer en mi vida, gracias por escucharme y por alentarme siempre, por saber cómo aconsejarme, porque sé que ya me conoces demasiado, así como yo te conozco a ti. Si nos hemos topado en esta vida será por algo, y espero que jamás nos separemos, porque una amistad es el más bello tesoro que uno ha podido encontrar en su vida. Y eso eres tú para mí: un gran tesoro, una bella persona, y te quiero conservar para siempre. Te quiero mucho amiga, y creo que te debería mucho más que un comentario sobre ti en mi blog.
Saludos!
Kinkan ®
1 comentario:
Amigo me desperte este viernes para seguir como cualquier dia pero revise mi mail y me encontre con esta sorpresa,fue demasiado genial,demasiado hermoso llore es cierto...ademas q desde nos vimos me han pasado demasiadas ,pero es q demasiada y no muy buenas!!!
siempre estas cuando mas te necesito !!
te quiero demasiado !!!
besos!!!!!
mejor te digo todo en vivo!!
te amo amigo
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