¿Hay algo mejor que despertarse aferrado a las frazadas cuando la lluvia golpea en la ventana, a las 6 de la mañana cuando debes levantarte e iniciar el día? Definitivamente, lo mejor es cuando puedes tener en tus manos la libertad de optar cómo continuará tu historia, al puro estilo de la literatura de múltiples aventuras, permitiendo programas nuevamente el despertador y seguir durmiendo una hora más.
Tal vez puedo decir que desde muy pequeño que me ha llamado la atención este particular fenómeno climático, sobre todo ahora, que es lo más cercano a lo que puede producir el frío, que me trae recuerdos a mi paso por la ciudad de Punta Arenas, 5 años atrás. Tal vez, todos nos ha llamado la atención alguna vez, mirar por la ventana y ver como caen pedazos de cielo en el suelo, cómo se van acumulando y cómo se van formando las lagunas en las que, cuando se haya terminado el diluvio, podremos ver nuestra imagen desde el suelo, otro mundo paralelo al nuestro que se une por una formación de agua. Es interesante pensar que ese mismo líquido proviene de la misma naturaleza, y que todo es un constante ciclo.
Estaba en el paradero, esperando la micro, cuando me acordé de que hacía poco tiempo que yo solía cuestionarme: “¿cuándo va a llover” o “¿lloverá mañana”. Y ahora veo que el invierno comienza a asomarse, aunque falta muy poco para que, oficialmente según el conocimiento tradicional, comience el 21 de junio. Ya comienzo a sentir mucho más frío que antes, comienzo a depender del uso de algún implemento que me salve del frío. A pesar de la incomodidad de andar con muchas cosas, sobre todo cuando el clima nos juega malas pasadas y luego sale un sol que otorga algo de calor (como sucedía en abril o marzo), creo que es un tanto agradable esa sensación de querer llegar a casa, a dormir nuevamente, a encerrarte en el calor único que te brinda ese techo.
Por otro lado, es triste pensar, como veía en las noticias en la mañana, el constante problema que suele ocasionar la naturaleza a un ser humano que no logra adaptarse correctamente, que, en su afán de hacer todo más rápido, deja las cosas inconclusas. Inundaciones, gente damnificada por estos episodios, y todo producto de la naturaleza. Tal vez hace falta un poco más de eficiencia en las construcciones o en los proyectos públicos de toda índole, y, también, constante revisión y prevención. Escuché que el temporal se agudizaría, y eso puede ser perjudicial para muchas personas.
En lo personal, el frío me da ganas de encierro, y el encierro me hace echar a volar mi imaginación, me hace sentirme en nuevos mundos, me permite soñar más tranquilo, ya que no estoy con el constante pensamiento de que puedo salir a caminar y a enamorarme del paisaje que puedo ver más allá del horizonte. A veces es bueno recurrir a esta especie de enclaustramiento, para pensar, y, como suelo hacer yo, escribir las miles de historias que quiero. Hoy venía pensando eso: no he tenido tiempo para escribir, porque, cuando lo tengo, prefiero dormir un poco, descansar de todo. Y es en tiempos de lluvia y frío cuando mi mente me presiona tanto que entonces tengo que hacer lo que quiero, lo que me apasiona con toda el alma.
Tal vez hoy sea otro día en que deba encerrarme en el estudio, camino que he elegido voluntaria y alegremente, aprender todo lo que sea necesario para continuar correctamente este camino. Pero sé que es en invierno cuando nacen grandes ideas, y espero aprovecharlas. Espero que más de alguna persona aprovechara el tiempo para filosofar un poco, de cualquier manera.
Tal vez puedo decir que desde muy pequeño que me ha llamado la atención este particular fenómeno climático, sobre todo ahora, que es lo más cercano a lo que puede producir el frío, que me trae recuerdos a mi paso por la ciudad de Punta Arenas, 5 años atrás. Tal vez, todos nos ha llamado la atención alguna vez, mirar por la ventana y ver como caen pedazos de cielo en el suelo, cómo se van acumulando y cómo se van formando las lagunas en las que, cuando se haya terminado el diluvio, podremos ver nuestra imagen desde el suelo, otro mundo paralelo al nuestro que se une por una formación de agua. Es interesante pensar que ese mismo líquido proviene de la misma naturaleza, y que todo es un constante ciclo.
Estaba en el paradero, esperando la micro, cuando me acordé de que hacía poco tiempo que yo solía cuestionarme: “¿cuándo va a llover” o “¿lloverá mañana”. Y ahora veo que el invierno comienza a asomarse, aunque falta muy poco para que, oficialmente según el conocimiento tradicional, comience el 21 de junio. Ya comienzo a sentir mucho más frío que antes, comienzo a depender del uso de algún implemento que me salve del frío. A pesar de la incomodidad de andar con muchas cosas, sobre todo cuando el clima nos juega malas pasadas y luego sale un sol que otorga algo de calor (como sucedía en abril o marzo), creo que es un tanto agradable esa sensación de querer llegar a casa, a dormir nuevamente, a encerrarte en el calor único que te brinda ese techo.
Por otro lado, es triste pensar, como veía en las noticias en la mañana, el constante problema que suele ocasionar la naturaleza a un ser humano que no logra adaptarse correctamente, que, en su afán de hacer todo más rápido, deja las cosas inconclusas. Inundaciones, gente damnificada por estos episodios, y todo producto de la naturaleza. Tal vez hace falta un poco más de eficiencia en las construcciones o en los proyectos públicos de toda índole, y, también, constante revisión y prevención. Escuché que el temporal se agudizaría, y eso puede ser perjudicial para muchas personas.
En lo personal, el frío me da ganas de encierro, y el encierro me hace echar a volar mi imaginación, me hace sentirme en nuevos mundos, me permite soñar más tranquilo, ya que no estoy con el constante pensamiento de que puedo salir a caminar y a enamorarme del paisaje que puedo ver más allá del horizonte. A veces es bueno recurrir a esta especie de enclaustramiento, para pensar, y, como suelo hacer yo, escribir las miles de historias que quiero. Hoy venía pensando eso: no he tenido tiempo para escribir, porque, cuando lo tengo, prefiero dormir un poco, descansar de todo. Y es en tiempos de lluvia y frío cuando mi mente me presiona tanto que entonces tengo que hacer lo que quiero, lo que me apasiona con toda el alma.
Tal vez hoy sea otro día en que deba encerrarme en el estudio, camino que he elegido voluntaria y alegremente, aprender todo lo que sea necesario para continuar correctamente este camino. Pero sé que es en invierno cuando nacen grandes ideas, y espero aprovecharlas. Espero que más de alguna persona aprovechara el tiempo para filosofar un poco, de cualquier manera.
Saludos!
Kinkan ®
2 comentarios:
tan.-
hola amigo!!
como esta?
...espero que te haya ido bien en tus pruebas que tenias!!!
me encanto el texto sobre la lluvia...es genial!!!!
oie y cuando te vas ...!!!??
oooo!!!
ya sabes que me debes contar a mi !!!
jajaja
la exclusiva!!!
juazz!!!
q manera de molestarte
pero se que me aguantas !!
y que me ...
quieres demasiado mucho mucho... o no?
jajaja
ya feo cuidate!!!!
nos estamos viendo!!!
hoy te llamo si o si !!
muack!!!!
adios!!!
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