Así de rápido siento que nos deja este 2014, un año acelerado que no podríamos señalar como un año fácil. A nivel personal, no lo consideré un mal año, pero creo que pudo haber sido mucho mejor.
Trabajo nuevo, ciudad nueva y muchas cosas que me dejaron satisfecho: creo haber encontrado un lugar en el cual me siento a gusto, al fin. Aprendí muchas cosas y también me di cuenta -en realidad, recordé- que sigue vivo el miedo a alejarme totalmente de lo que en realidad quiero ser. No he perdido la fe en que ese momento será muy pronto.
Termino el año casado y feliz, con proyecto locos y muchas ilusiones que espero den fruto. Aprendí que la vida es frágil y que la calle tiene riesgos, pero que cuando Dios está de tu lado siempre vas a salir ganando.
Por sobre todo, tengo muchos sueños y gente genial que he conocido. El 2015 se vendrá loco e inquieto con muchas sorpresas que nos sacarán sonrisas. Alegría, felicidad, amor.
Feliz 2015.
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