viernes, 28 de noviembre de 2014

Cristales rotos

Miradas congeladas tras el vidrio:
lo que se ve, solo es ficticio.
Millones por segundo
los sonidos van y vienen confundidos,
se revuelcan en el agua
se convierte en fantasma esquivos;
atrapados en el tiempo,
encerrados entre pedazos de vidrio.

Líneas negras y difusas que me impiden ver,
cuentan los meses que se han ido volando,
ahora vuelan las ropas que colgaban de los balcones
y los cuerpos bailan desnudos en el atardecer.
Las luces encandilan las pisadas
y las huellas derriten el cemento:
tiemblan las esculturas congeladas,
se deshacen las nubes almidonadas.

Zigzageamos a la deriva:
nadie sabe, nadie siente, nadie ve.
Las historias se truncan en cero:
cristales rotos dificultan al caminar. 


martes, 25 de noviembre de 2014

Vuelvo

Siento nostalgia de Valparaíso y por más que pasa el tiempo, es algo con lo cual no puedo lidiar. No sé qué es lo que tiene esa ciudad, mi lugar natal, que me hace sentir tan ligado a sus calles, a sus historias, a sus paisajes confusos. Extraño esos atardeceres coloridos que observaba a través de la ventana y las veces en que, casi ilegalmente, caminamos por el techo para observar la ciudad desde su corazón. Extraño ese ruido, esa inquietud en el aire, esa humedad. A veces cierro los ojos y nuevamente me veo caminando por aquel departamento y me pierdo en las luces de los cerros. Vuelvo a la subida Ecuador a comprar empanadas de champiñón queso en "A destajo", vuelvo, incluso, a escuchar las voces de algunos alumnos queridos que quedaron en el Santa Teresa. 

Es cierto. Laboralmente no fueron mis mejores momentos y actualmente no tengo nada de qué quejarme: sería de mal agradecido. Mi vida personal es espectacular, pero no logro superar el dolor que me significó poder vivir uno de mis grandes sueños y tener que dejarlo. Sé que todo tiene un motivo y que en algún momento se entiende, pero no entiendo por qué Valparaíso quiso alejarme. Siento una fuerza interna que me hace querer volver y que, en gran medida, no me hace perder las esperanzas de que podré volver a dormir en su regazo, a embriagarme con esa ansiedad que se respira en el aire.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Amar

Me da nostalgia pensar que hasta hace algún tiempo, dedicaba muchas horas a dejar mis pensamientos plasmados en este espacio. Es inevitable sentir que el tiempo se no hace nada y que no te das ni cuenta cuando estás otro domingo en la noche preparando la semana. Pero hay una cosa que tengo muy clara: que escriba menos no implica, de ninguna forma, que me guste menos hacerlo; muy por el contrario, cuando puedo hacerlo se disfruta demasiado. Veo con cierto pesar que la última nota que había publicado era el 6 de noviembre y hoy ya observo lo poco que queda para decirle adiós a noviembre. 

Han pasado varias cosas. Hace ya poco más de una semana que fuimos violentamente asaltados mientras caminábamos de regreso a casa. Fue una experiencia bastante traumática y que recuerdo con cierto dolor: nunca voy a entender la rabia y el resentimiento de ciertas personas hacia otros, ni la forma agresiva con que intentan despojarte de cosas que te has ganado con tu esfuerzo. Sin ánimos de recordar aquel episodio, me quedo con la sensación de haber sido bendecido con los no sé cuántos ángeles que salieron a defendernos, que recuperaron nuestras cosas y que llamaron a carabineros para detener a estos individuos en menos de diez minutos. Espero no tener que contarlo de nuevo, pero luego de varias horas de declarar, ahora espero que Dios haga justicia y estos personajes sean castigados como corresponde, pero eso ya no está en nuestras manos.

Pero, lejos, lo mejor ha sido lo que vino después. Martes 18 de noviembre a las 11.35 hrs en el Registro Civil de Villa Alemana quedan plasmadas nuestras firmas en que decidimos constituirnos como una familia ante el estado y la sociedad. Llegó ese momento que todos esperamos por mucho y que nos tiene con una gran sonrisa. No puedo creer que a mis 25 años estoy felizmente casado con una mujer maravillosa con la cual quiero pasar toda mi vida: una mujer con quien puedo compartir cada locura, cada momento. No tengo palabras para expresar lo profundamente agradecido que estoy de la vida por reunirnos, por hacernos crear este proyecto y por regalarnos esa sonrisa cada mañana. 

La adultez llega rápido, lo importante es nunca dejar de ver la vida con ojos de niño. Todo es maravilloso si permites que así sea. De ahora en adelante, sé que tenemos tantos proyectos que me motivan: cuando empiezas a amar la vida, te das cuenta que la vida también te ama. Nunca hay que olvidarse de cada uno de esos detalles cotidianos en los cuales se encuentra la felicidad.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Confesiones

No sé guardar silencio
y reviento por seguir hablando,
no me importa si estás de acuerdo con lo que estoy pensando.
No sé mentir,
soy demasiado inocente:
ni siquiera hago el intento.
No sé de números ni de fórmulas:
la velocidad es una mezcla extraña
y se me confunden los sentimientos.

Escribo titubeando cada sílaba,
deletreo cada palabra antes de pensar.
Mis pensamientos definen mi existencia,
hago lo que creo,
pienso luego existo.

No hablo de mentiras:
no me creo poeta,
ni escribiente,
ni profeta.

Sí, sueño cambiar el mundo
y convertirlo en un lugar mejor.
Creo en el juego,
en las fantasías,
en ese futuro que vamos a construir.

Creo en los múltiples lenguajes.

No soy más inteligente que tú.


Fotografía: Parque Forestal, Santiago, Región Metropolitana.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Sonrisas

Sonrío de saberte cerca al despertar
Y de mirarnos cada amanecer,
Soñamos esos mundos nuevos
En que nuestro abrazo es el refugio anhelado;
Si pasan pocas horas ya te extraño,
Te amo con locura,
Te amo a cada instante que se nos escapa.

Cuatro sonrisas y primaveras,
Cuatro canciones compuestas.
Quédate a ser musa de mis fantasías,
Quiero ser esa sonrisa que lleves cada día.

Sonrío al ver el tiempo que ha pasado,
Sonrío de nuestra historia y de todo lo que hemos creado.
De nuestras historias salidas de un libro de maravillas,
De lo que vemos, de lo que hablamos,
De ese camino que ya hemos avanzado.

Sonrío por tu rostro de muñeca graciosa,
Sonrío por tu ternura, por dormir en tu regazo,
Sonrío por saberte a mi lado,
Sonrío por saber que esto recién está empezando.