Abrir los ojos una y otra vez, con la intención de que el sueño no acabe y de que pueda volver a renacer, quizás. Tener la dificultad de despegar los párpados y querer seguir durmiendo abrazado a un presente sonriente y a una mirada que te escudriña en la oscuridad.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Venta de sueños
Casi como para hablar del capitalismo onírico, ya que está un poco de moda el consumo por estas fechas. Sueños irreales o no, son sueños. Simplemente, cuático.
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