lunes, 19 de mayo de 2008

Una gran noticia

Nunca pensé que hoy justo fuese a ser ese día que esperé durante estas 5 semanas en que no me quedó otra que tomarme unas vacaciones anticipadas para recuperar las que perderé en la época de invierno y un poco de las de verano: ese día en que los votos “democráticos” optaron por la cordura, que se había perdido notablemente en el transcurso de este tiempo, y depusieron las movilizaciones que nos tuvieron sin clases por más de 1 mes. Hoy fue ese día en que me doy cuenta de todo el tiempo que hemos perdido por culpa de la comodidad de algunos que nunca asistieron a manifestar su negativa, pero lo positivo es que esto no se prolongará por más.

Todo comenzó hoy en la mañana cuando me despierto a las 09.45 con mucho sueño y, obviamente, pocas ganas de levantarme. El motivo: la asamblea de mi carrera en la cual esperaba que se impusiera una negativa a la continuación de esta movilización que poco a poco fue perdiendo su sentido. Llego a la asamblea y me reencuentro con gente que no veía hace más de un mes, teniendo aún esperanzas de que fuésemos mayoría. Luego de más de 2 horas en que deambularon entre temas relacionados con el movimiento –cuando me di cuenta de que el respeto por las distintas opiniones a veces no existía, pese a que ellos decían que sí- hasta que, por fin, se procedió a una votación que sólo logró confundirme, para optar por la abstención a la cual no iba dispuesto.

Me devolví bastante molesto a mi casa por la situación, resignado a perder esta semana y ojalá nada más. Estuve toda la tarde navegando entre las páginas informativas (la de mi carrera, que apoyaba la movilización, y la de un blog que no la apoyaba). Pero la noticia genial llegó como SMS a mi celular de improviso: “Se bajó la toma. Volvemos a clases” me escribía Karina. Mi interjección de alegría no sería conveniente señalarla debido a su informalidad jajaja. Ingreso a revisar y me encuentro con la buena noticia de que la toma acaba y que volvemos a clases este jueves: sí, vuelvo a la vida real y, por consiguiente, a la no-vida de las próximas semanas en que los bombardeos apuestan a dejarnos hechos polvo en el suelo. A sacar la resistencia y la fuerza acumulada durante todo este tiempo y a esperar que todo mantenga su estabilidad de aquí en adelante.

No quiero ni pensar en las pruebas que se vienen, los miles de trabajos, las guías que van a caer sobre el escritorio, el dinero que se me irá como agua entre los dedos en la fotocopiadora, las clases en las cuales a veces me quedaba dormido, la extensión de las jornadas de estudio hasta después de la medianoche y la reducción considerable de mis anheladas 10 horas de sueño. A aferrarse a lo que se pueda y a ajustarse los cinturones porque el viaje no termina hasta diciembre… espero sobrevivir.

2 comentarios:

Iulicious dijo...

Estimado tú:
Muchas gracias por sus palabras del msn y del blogger.
Lo que escribí estaba lleno de sentimiento, lo vuelvo a leer y creo que quema, algo tiene que me escalofría, fue en un momento de odio máximo jeje.
y claro, nunca le prestaré oidos a los que hablan de manera malintencionada y egoista.
Gracias

Emilio dijo...

Menos mal, yo estaría muy angustiado si hubiera perdido un mes entero de clases de la U.

Saludos!!