Caminos sedientos que a diario recorremos

Tal vez debí haber dicho bienvenidos a este nuevo mundo de ideas en el comentario anterior, pero quise comenzar de una manera distinta, exponiendo una de mis creaciones que ya llevan años archivadas en mi cuaderno, en mi pc y en mi corazón, aquellas memorables palabras que alguna vez corrieron por mis venas y hoy se encuentran plasmadas en un papel.

Quise hacer este nuevo comentario debido a una salida improvisada que tuve hoy en la tarde con un amigo del colegio, Alonso Aliaga. Hacía ya algún tiempo que no nos veíamos, y eso que vivimos a unas cuantas cuadras. Nos conocimos en el colegio, obviamente, pero más nos fuimos acercando desde que en marzo del 2003 nos dimos cuenta de que tomábamos la misma micro, y de que nos bajábamos muy cerca el uno del otro. Y así nos fuimos conociendo, hasta llegar a lo que somos hoy día, cada uno con su mundo en creación, a punto de abrir las alas y echarse al vuelo de los propios sueños.

Increíble como 20 días pueden generar nuevos hilos en los que se tejen historias y cosas por contar. Fue muy grato el día de hoy, una caminata hacia donde nos llevasen los pies, que acabó en un restaurant, conversando de la vida, dándonos cuenta de lo mucho que hemos ido cambiando. Y así es, tal vez serán cambios necesarios, para bien o para mal, pero queramos o no, ya no somos los mismos que fuimos antes. Ahora llevamos algo más de experiencia, no del todo, pero algo es algo. Y de seguro que de volver a una infancia, las cosas las viviríamos de una manera muy distinta, tal vez la aprovecharíamos un poco más, tal vez nos divertiríamos y reiríamos el doble de lo que ya lo hemos hecho.

Olvidaba mencionar que parte del origen de nuestra amistad fue el hecho de viajar juntos en la micro, momentos en que si yo no dormía (dando saltos, o con la cabeza volteando hacia todos lados), estaba desarrollando una larga conversación que de seguro lo dejaba mareado. Pero aún así, muchos momentos memorables quedan en el recuerdo, y más de algún tema interesante que mantenemos en nuestro aprendizaje. También recuerdo camino a tomar la micro, cuando no se detenía, y entonces teníamos que esperar la siguiente, con una sonrisa forzada. ¿Cuántos pensamientos no salieron de improviso? No serán olvidados...

Muchos pensamientos surgen en los caminos sedientos de atención que a diario recorremos, muchos pensamientos que no debemos olvidar. Caminos que nos ven cuando soñamos, y nuestros sueños se quedan en ellos...

Kinkan ®