Me dieron ganas de escribir, porque me di cuenta que tengo el blog demasiado botado y eso no está bien. El año pasado para esta fecha estaba con una situación anímica deplorable y me di el tiempo de relajarme... ¿acaso ahora estoy en el mejor momento? No. Aunque, claramente, no se trata de escribir solo para expiar las culpas, sino por el goce que produce esta sensación de juntar palabras, caracteres, sentidos y todo lo demás. Pese a que este es un rincón de expresión y desahogo, me veo en la obligación de la autocensura ya que uno nunca sabe cómo todo lo que dices puede ser ocupado en tu contra, así que por un tema de resguardo (el solo hecho de escribirlo en la web ya hace que se pueda leer en lugares donde incluso no quieres) no lo diré de manera explícita: los entendidos en el tema sabrán entender el sentido entre líneas.
Sucede que hace varios días que pensaba en la vida, en ese famoso "qué hacer" y todo lo que ello implica. No me quejo del ahora... o sea, sí, sí me quejo, porque soy bien inconformista para algunas cosas. Pero creo que he tratado de hacer las cosas de la mejor forma posible, trato de sonreír, sin embargo, el cansancio ya está causándome estragos. Cada día me cuestiono qué es lo que hago aquí (más bien, un "allá" apuntando en una dirección específica, no el aquí right now desde donde escribo ahora) y recuerdo la canción de Billy Joel pensando en que podría ser grandioso si pudiese salir. Ganas no me faltan, cada día sumo más motivos.
Sin embargo, hoy entré en cuestionamiento al ver una foto que me trajo recuerdos supuestamente ingratos, pero que no pudo pasar desapercibida: lo admito, me dolió un poco. ¿Por qué no puedo involucrarme? ¿Por qué me cuesta ver un poco más allá de lo 'superficial'? ¿Por qué por más que trato... no hay caso? Sentí un poco de envidia por esas personas que sí sonríen, que sí sienten valoración... porque yo no lo siento. Es como tratar de ser una máquina y suponer que nada te importa, que todo está bien, que estás jugando y que todo es pasajero. Sí, es pasajero, porque no quiero pasarme la vida en (apuntando dicha dirección).
Y es claro que cuento los días para salir corriendo... pero, ¿es lo correcto? ¿Es lo mejor? ¿Vendrá otra cosa mejor después? Creo que todos los cambios siempre han sido para mejor, pero todavía existe un poco de miedo al riesgo.